Incapacidad Permanente por Esquizofrenia
Lograr la prestación de Incapacidad Permanente por Esquizofrenia es factible para personas que padecen esta enfermedad de manera crónica. Pero, además, es obligatorio que, o bien el INSS o bien un juez, determinen que se han agotado las posibilidades terapéuticas para tratarla. Al estudiar el Tribunal Médico la esquizofrenia de cada solicitante, decidirá si hay o no motivos para una incapacidad.
Índice de contenidos
Criterios para Incapacidad Permanente por Esquizofrenia
Incapacidad Permanente Parcial
No existen casos de reconocimiento del grado de Incapacidad Permanente Parcial por Esquizofrenia al considerarse que, de existir limitaciones funcionales causadas por esta patología, como grado mínimo se debe conceder una Incapacidad Permanente Total.
Incapacidad Permanente Total
La incapacidad permanente total por esquizofrenia puede otorgarse en caso de profesiones con riesgo para terceros. Por ejemplo, si el trabajador suele ir armado (vigilantes de seguridad, policías, etc.) o conduce vehículos pesados (transportista, conductor de autobús, etc.) Y lo mismo sucede si la actividad laboral conlleva una alta exigencia mental o estrés (directivos, empleados de banca, etc.)
Incapacidad Permanente Absoluta
Por regla general, si la patología es crónica y no hay más tratamientos aplicables ya que no surten efecto, habitualmente se reconoce la incapacidad permanente absoluta. Porque se entiende que debido a los síntomas y su afectación, el trabajador no se encuentra en condiciones de llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad. También es posible que, si el INSS ha asignado previamente una incapacidad total, se valore una revisión de grado para alcanzar la incapacidad permanente absoluta.
Gran Invalidez
El reconocimiento de la Gran Invalidez es muy poco frecuente si se trata de esquizofrenia. Solamente se declara si, además de cumplirse los criterios para la absoluta, el grado de esquizofrenia o los síntomas de carácter psicótico asociados, son tales que es necesaria la supervisión de una tercera persona -debido al riesgo de autolesiones o para la toma de la medicación-.
Grados de discapacidad por Esquizofrenia
En el Capítulo 16 del Anexo del RD 1971/1999 se enumeran las condiciones que se exigen para la discapacidad por esquizofrenia, en sus diferentes porcentajes. (Estas son las mismas que se utilizan para evaluar la discapacidad por depresión).
Clase I
Cuando la persona presenta alguno o algunos de los síntomas con carácter aislado pero no suponen una disminución de su capacidad funcional, su grado de discapacidad por esquizofrenia es del 0%.
Clase II Discapacidad leve (1% - 24%)
En este nivel el afectado tiene capacidad para llevar a cabo una vida autónoma. O dicha capacidad está solo levemente disminuida, de acuerdo a lo esperable para su edad y condición -sin tener en cuenta períodos determinados de crisis o descompensación-. Asimismo, puede mantener una actividad laboral normalizada y productiva excepto en etapas en las que aumenta el estrés.
Clase III Discapacidad moderada (25% - 59%)
Se da si se sufre una restricción moderada en la realización de actividades de la vida cotidiana, incluyendo las relaciones sociales. Y una disminución en la capacidad para desempeñar un trabajo remunerado. En estas circunstancias, la discapacidad por esquizofrenia solo permite llevar a cabo tareas con supervisión en centros ocupacionales, o una actividad laboral normalizada en un puesto de trabajo adaptado (o en un centro especial de empleo).
Clase IV Discapacidad grave (60-74%)
Tiene lugar si se presentan graves restricciones y dificultades en las actividades de la vida cotidiana. Precisa de supervisión intermitente en ambientes protegidos, y un control total fuera de ellos. La capacidad laboral está gravemente aminorada, presentando deficiencias en la concentración y en la continuidad y el ritmo de ejecución de las tareas.
Clase V Discapacidad muy grave (75%)
Aquí la enfermedad invalida por completo a la persona, tanto para cuidar de sí misma como para desarrollar las actividades básicas de la vida cotidiana. Para hacerlas, necesita el apoyo de una o varias personas de manera continuada. No existe, por tanto, posibilidad de que ejecute ningún tipo de trabajo.